"Legado de una Tragedia" es una ópera rock inspirada en la vida y obras de Edgar Allan Poe. Esta segunda parte se inicia con la muerte de Poe y se relata su descenso a los infierno por los círculos descritos por Dante en La Divina Comedia.
Para la consecución de la obra hay una lista interminable de artistas (extraigo de Wikipedia):
Vocalistas
- Leo (Stravaganzza, 037, Saratoga) – Edgar Allan Poe
- Tete Novoa (Tete Nova, Saratoga) - Virgilio
- Zeta (Mago de Oz) - Morfeo
- Pacho Brea (Ankhara) - Caronte
- Jose Cano (Centinela) - Marqués de Sade
- Jose Broseta (Opera Magna, Systemia) - Dante
- Alfred Romero (Darkmoor) - Minos
- Ronnie Romero (Lords of Black, Voces del rock) - Cerbero
- Manuel Rodriguez (Sphinx) - Lucifer
- Pau Monteagudo (Uzzhuaïa) - Abaddon
- Israel Ramos (Amadeüs, Alquimia) - Fligias
- Nacho Ruiz (Santelmo) - Eurynomus
- Ignacio Prieto (Eden Lost, Atlas) - Barón Ferenc
- Manuel Escudero (ex-Medina Azahara, Santelmo, Sacramento) - Pluto
- Beatriz Albert (Ebony Ark) - Elizabeth Bathory
- Tanke Ruiz(Fiebre) - Matthew
- David Requejado (Perfect Smile) - Mensajero del cielo
- Chus Herranz (We Will Rock You) - Semíramis
- Joaquín Padilla (Iguana Tango) - Menones
Baterías
- Carlos Expósito (037, Jorge Salán)
- Andy C. (Saratoga)
- Carlos Mirat (Obus)
Bajistas
- Patricio Babasasa (Stravaganzza)
- José Hurtado (Coilbox)
- Diego Miranda (El gran bonobo)
- Ricardo Esteban (Whiskey viejo)
Guitarristas
- Paco Ventura (Medina Azahara)
- Pablo García (Warcy)
- Antonio Pino (Leo Jimenez, Ankhara...)
- Jero Ramiro (Santelmo, ex-Saratoga)
- Enrik García (Darkmoor)
- Joxemi (SKA-P)
- Javier Nula (Opera Magna)
- Juanjo Melero (Sangre Azul)
- Manolo Arias (Niagara, Atlas)
- Luis Cruz (Topo)
- Alfonso Samos (Panzer)
- Abel Franco (Tony Solo)
- Oliver Martín (Whistlino)
- Adrián Phoenix (Sacramento)
Teclados
- Javi Diez (Mago de Oz)
- Manuel Ramil (Sauze, Warcry)
- Manuel Ibañez (Medina Azahara)
- Andy C. (Saratoga)
Violinistas
- Judith Mateo
- Manuel Villuendas
En cuanto a la crítica, dejo algunos comentarios de cada una de las canciones que conforman el disco y, además, me permito el lujo de puntuar la música y el juego de voces en cada una de ellas.
Acto
I: Descenso a los abismos
-
La
antesala del infierno (07:10)
El
Aqueronte, debemos cruzar por él.
El
anciano barquero, aquel demonio nos llevará...
Desde
la intro, el tema suena grande. Como queriendo decir que habrá más
coros y orquestaciones que en la parte 1. Ambos se compenetran a la
perfección para dar paso a Tete haciendo el papel de Virgilio, que
nos acompañará por los Círculos que ya en su día recorrió Dante
en la Divina Comedia (y que más tarde aparecerá). Las voces se
pasean por tesituras agudas y rasgadas durante todo el tema, y la
música sonará con contundencia, muy dura y con una cadencia rápida
bastante metalera. Las melodías vocales son pegadizas hasta la
saciedad. El solo de guitarra se mantiene en esa línea, tras el cual
el tema juega con los silencios musicales para dejar a Tete
luciéndose como pocos podrían hacer. Imposible pasar por alto al
resto de voces que dialogan y dan carácter a una canción que no da
tregua y que en ningún momento queda vacía. Un comienzo brutal para
un disco que promete.
Música:
8,5
Voces:
8,5
-
Círculo
II: Los infortunios de la virtud (07:33)
Llené
mi obra de antihérores
que
eran como tú,
que
con cinismo justifican su actitud.
Tensión
para arrancar este tema, con los teclados jugando un papel
protagonista al que se le irán sumando instrumentos en un medio
tiempo que se alarga hasta entrar con fuerza todo el peso pesado del
segundo corte del disco. Furia en las voces, interpretadas
magistralmente, que te meten de lleno en la historia. Hasta que
aparece Leo, que, cómo no, llena de color y ganas un disco que hasta
ahora ya iba sobrado. Se mantiene ese aire pegadizo que hará que
todas las melodías de la segunda parte de este Legado de una
Tragedia resuenen como el eco durante mucho tiempo.
Este
tema juega con los cambios bruscos de tempos, recuperando la melodía
inicial antes de volver a repetir todo el cuadro de voces.
Música:
7,5
Voces:
8,5
-
Círculo
III y IV: Devoradores de mezquindad(06:47)
Castigados
a ser
las
marionetas del gran Lucifer
en
un macabro carrusel.
Tras
varias escuchas, se ha convertido en uno de mis temas favoritos del
disco. Los juegos de voces, un curioso y atrevido teclado que podría
ser un tanto rallante en otro tipo de canción pero que aquí conjuga
perfectamente con la temática, y un estribillo pegadizo y trabajado
coralmente hasta la perfección. Además, termina con un recurso del
que, por mucho que se abuse en el mundo de la música, a mí siempre
me conquista: repetir el estribillo al final cambiando el tono de la
melodía.
Música:
9
Voces:
10
-
Círculo
V y VI: La ciudad del mal (06:42)
La
ciudad de Dite
ante
ti muestra su esplendor.
Single
de Legado de una Tragedia Parte 2. Puede engañar el principio, pues
empieza con un medio tiempo acompañado de teclados y multitud de
efectos que le dan cierta lentitud, aunque esto solo dura unos
segundos, pues enseguida llega la tralla a un corte lleno de coros y
melodías pegadizas. El puente al estribillo está muy logrado, sobre
todo la segunda vez, con el grito de Tete que me deja embobado. Por
si fuera poco, David Requejado, de Perfect Smile, hace un papel en
este tema -Mensajero del Cielo- y pega uno de esos chillidos que te
sobrecogen. El final de la canción llega con diferentes gritos de
los personajes más la guitarra presumiendo de virtuosismo.
Música:
8
Voces:
10
-
Más
allá del amor... el dolor (07:34)
La
“Vita Nuova” fue elixir
que
el tiempo sepultó.
Aquí
tenemos a Dante. José Broseta y Leo Jiménez en un mismo tema solo
podían significar una cosa: arte por los cuatro costados, un duelo
épico de proporciones titánicas. Y así es, a pesar de que la
canción que les ha tocado sea algo cercano a un medio tiempo en
algunas partes, lo que hacen es digno de admirar desde el principio,
cuando Broseta se marca una cadencia desde el agudo al grave que te
hace imaginar y sentir justo lo que quieren. Y llega el estribillo,
tras un teclado sobrio, grave y muy sentido... Y se pone el vello de
punta con lo que estos muchachos son capaces de hacer. Desgarrador y
más que sentido. Muy buen acompañamiento al solo de guitarra, que
no pierde el clima creado por el resto de este quinto tema.
Obviamente, el final llegará a unos tonos estratosféricos.
Música:
7,5
Voces:
9
-
Babilonia
eterna (07:53)
Dime,
cruento porvenir,
qué
me queda sino morir.
Recuperamos
las corales para este tema, con ese aura grandilocuente y lleno de
carácter. Por fin aparece Joaquín, artífice y compositor máximo
de la obra y a la altura de todo el elenco de voces que tiene el
disco. Además, primera voz femenina protagonista de esta parte, en
perfecta conjunción con Padilla. A pesar de ser un tema que
individualmente es muy bueno, considero un error colocar seguidos los
dos cortes más “lentos” porque me parece que se pierden matices
a los que dejas de prestar atención. Musicalmente me parece la más
básica del disco, como queriendo dar importancia a la ejecución
vocal de sus protagonistas, aunque el final sea muy épico.
Música:
7
Voces:
7
-
Círculo
VII: Sangriento elixir (06:51)
Indagué
en el poder de la sangre,
añoré
la eterna juventud.
Llegan
los dos temas más oscuros del Legado, algo que se comprueba por las
melodías de las guitarras y teclados, más pesados, más góticos en
ocasiones. En este caso, la voz protagonista vuelve a ser femenina y
engancha desde el principio, por lo original, rompiendo con lo que
veníamos escuchando. Ocurre igual con la voz masculina. En ocasiones
hay tintes árabes y unas modulaciones bastante pegadizas. En el
centro, los coros dan paso al solo de guitarra que acaba recuperando
el misticismo que tenía la canción con un violín precioso.
Elegante y con un toque oscuro, suena hasta recuperar el solo de
guitarra, esta vez más trallero que el anterior. Para acabar, una
especie de caja musical te transporta inmediatamente a la leyenda de
la Condesa Sangrienta (Bathory), de quien habla la canción.7
Música: 8.5
Voces: 8
Acto II: El abrazo de las Sombras
La
antesala del infierno (07:10)
El
Aqueronte, debemos cruzar por él.
El
anciano barquero, aquel demonio nos llevará...
Círculo
II: Los infortunios de la virtud (07:33)
Círculo
III y IV: Devoradores de mezquindad(06:47)
Círculo
V y VI: La ciudad del mal (06:42)
Más
allá del amor... el dolor (07:34)
Babilonia
eterna (07:53)
Círculo
VII: Sangriento elixir (06:51)
-
Círculo
VIII y IX: Yo te maldigo (09:27)
Aparte
de mí este cáliz, enjaulado en la eternidad...
No
hay gloria que valga tanto, déjame marchar.
Aparece
Manuel, de Sphinx, para encarnar al mismísimo Lucifer, un papel que
le viene que ni pintado porque lo interpreta soberbiamente. La intro
no deja lugar a dudas... Hemos llegado al infierno. Los teclados me
evocan al Painkiller desde que suenan. Tete presenta el círculo al
que acabamos de llegar, dando paso a las dos voces que mantendrán un
acelerado diálogo luchando contra sus orgullos, sus miedos y la
fuerza del otro. Leo y Manuel bordan todo el peso pesado de un tema
rápido que no cae en ningún momento, en el que se solapan sus
voces, sin bajar de esos tonos que cabe esperar de estos dos
monstruos. De fondo siempre habrá una guitarra muy trashera que no
hará otra cosa que acentuar el carácter iracundo de un tema en el
que Leo canta marcando mucho los rasgados. En el centro hay una parte
más relajada, cargada de sentimiento y que acaba con Leo en un tono
imposible. Cabe destacar algo que no me gusta de esta parte: cuando
Leo canta el “solo soy un hombre más”, donde creo que podrían
haber acortado esa frase para mantener la línea melódica del tema.
Música:
8
Voces:
10
-
El
señor de los sueños (06:40)
Alcanzar
la cúspide, el horizonte a sus pies.
¿Quién
puede decir que no?
Entrada
conjunta de voces y música, de nuevo en una cadencia lenta,
introduciendo el tema que le seguirá y que no será mucho más
acelerado, pero en el que hay que destacar los coros que acompañan
los puentes y que encajan perfectamente con las voces principales.
Riff de guitarra para trasladarnos a la parte más animada del
penúltimo corte del disco, con Leo experimentando con tonos que dan
una fuerte personalidad a este fragmento. Aparece Zeta, de Mägo de
Oz, irreconocible y reconocible a partes iguales, porque también
canta en ese tono un tanto místico en el que andaba Leo.
Llegados
hasta aquí, se vuelve a repetir el cuadro anterior, en el que música
y voz se encadenan creando un fondo armónico impresionante.
Música:
9
Voces:
9
-
Las
fauces del averno (06:51)
Los
sueños vuelan alrededor en una espiral.
Ni
tú ni nadie le podréis derrotar.
Para
acabar, mejor con fuerza. Guitarras, teclados, cajas... Y un coro en
latín “Del polvo venimos y en polvo nos convertiremos”. Las
voces, como viene ocurriendo en numerosas canciones del disco, crean
una conversación mediante melodías de lo más pegadizas. El juego
de voces, coros y música hacen que el primer fragmento de este tema
sea muy grande. A partir de aquí, las voces cobran protagonismo, en
una parte más macarra, muy hardrockera, que acaba de nuevo con la
melodía coral inicial. Solazos de guitarra los de esta última
canción, siempre con el hammond como acompañante fiel. Y para
seguir... Una parte preciosa que me sobrecoge: multitud de coros
acompañando a la voz principal, en una de esas partes dignas de
musical. Increíble la capacidad compositiva de Joaquín Padilla, a
quien no me da miedo comparar con la mente creativa del gran Tobias
Sammet y sus Avantasia. El final de esta canción es grande, muy
grande. E imposible de explicar con palabras.
Música 10
Voces: 10
Círculo
VIII y IX: Yo te maldigo (09:27)
El
señor de los sueños (06:40)
Las
fauces del averno (06:51)
Nota media del disco: 8.65